Utilidad y Significado, Federico Fábregas
Utilidad y Significado, Federico Fábregas
La lectura me gustó mucho. Analiza al Diseño tomando su “función” como el elemento primordial de su magnitud semiótica. Al igual que el lenguaje, el diseño condiciona el razonamiento del hombre, se construye la percepción de la realidad misma a través de los objetos que nos rodean. Pero es mucho más que eso, el diseño no solo se percibe con los sentidos, es decir, no solo se puede ver, escuchar, tocar, oler o probar; El diseño transgrede lo sensorial. Está presente en cada signo y cada código que rige nuestra conducta y nuestro pensamiento. Los mondadientes japoneses que se mencionan en la lectura son un buen ejemplo de la complejidad que encierran los signos transgresores de los sentidos. El hecho de que el palillo haya sido diseñado para que el extremo utilizado no toque la mesa, nos habla de de una configuración de códigos sociales y culturales que involucran la estructuración de conceptos como el ritual de la comida, la familia, el hogar, o los modales. Por otro lado, los signos y códigos, cambian su significado según el contexto donde se sitúen. Por ejemplo, si en este momento nos encontráramos en la Ciudad de México, dentro de una habitación llena de gente, donde la vestimenta fuera negra o predominantemente obscura, sus expresiones tristes y cansadas, se escucharan susurros, llantos y silencio; Podríamos asumir por todos esos signos que nos encontramos en un funeral. Sin embargo, si tuviésemos los mismos elementos pero nos situásemos en Japón, no podríamos deducir que estamos en un funeral. Puesto que el color asociado con el luto en Japón es el blanco y no el negro, el significado de la situación es otro completamente. Podría tratarse de un secuestro del elenco de una obra de teatro, o cualquier otra suposición, cualquiera excepto un funeral.
De esta manera, podemos decir que el diseño es un reflejo de la realidad compartida, a diferencia del arte, que es un reflejo de la realidad individual.
En la lectura también se aborda el tema de la globalización y de cómo el diseño se distorsiona para funcionar adecuadamente en la red de códigos que cada lugar reconoce. Este me parece un tema sumamente interesante. La forma en que las corporaciones logran infiltrar la necesidad de consumo desmedido en el pensamiento, es el pilar por el que se constituye la realidad colectiva en casi todas las sociedades actuales. El capitalismo es mucho más que solo un sistema económico, es quien delibera absolutamente todos los códigos sociales; El motor del pensamiento se alimenta por el dinero y las posesiones. Las relaciones humanas, espirituales, las aspiraciones y las metas; Todo metódicamente calculado para cosechar desde el nacimiento, organismos que consuman y se multipliquen. Como lo dice Chuck Palahniuk a lo largo de su novela El Club de la Pelea, -Somos consumidores, compramos productos que se basan en un estilo de vida obsesivo. El crimen, los asesinatos, la pobreza, son asuntos que no nos interesan en realidad. Lo que nos interesa son las revistas de celebridades, televisiones con más de 500 canales, el nombre de algún tipo en el elástico de nuestros calzoncillos, el viagra; las cosas que posees terminan por poseerte a ti. Una generación entera bombeando gasolina, atendiendo mesas, esclavos con collares blancos; La publicidad enfoca nuestra atención para perseguir autos y ropa, nos hace tomar trabajos que odiamos, solo para poder comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos medianos de la Historia, sin propósito ni lugar. No tenemos nuestra “Gran Guerra”, tampoco nuestra “Gran Depresión”; Nuestra guerra es espiritual, nuestra depresión son nuestras propias vidas. Todos criados por la televisión, con las promesas de que algún día seremos millonarios, o dioses de Hollywood, o estrellas de rock; Pero no le seremos, lentamente nos damos cuenta de esto, y estamos muy enojados.-
La lectura me gustó mucho. Analiza al Diseño tomando su “función” como el elemento primordial de su magnitud semiótica. Al igual que el lenguaje, el diseño condiciona el razonamiento del hombre, se construye la percepción de la realidad misma a través de los objetos que nos rodean. Pero es mucho más que eso, el diseño no solo se percibe con los sentidos, es decir, no solo se puede ver, escuchar, tocar, oler o probar; El diseño transgrede lo sensorial. Está presente en cada signo y cada código que rige nuestra conducta y nuestro pensamiento. Los mondadientes japoneses que se mencionan en la lectura son un buen ejemplo de la complejidad que encierran los signos transgresores de los sentidos. El hecho de que el palillo haya sido diseñado para que el extremo utilizado no toque la mesa, nos habla de de una configuración de códigos sociales y culturales que involucran la estructuración de conceptos como el ritual de la comida, la familia, el hogar, o los modales. Por otro lado, los signos y códigos, cambian su significado según el contexto donde se sitúen. Por ejemplo, si en este momento nos encontráramos en la Ciudad de México, dentro de una habitación llena de gente, donde la vestimenta fuera negra o predominantemente obscura, sus expresiones tristes y cansadas, se escucharan susurros, llantos y silencio; Podríamos asumir por todos esos signos que nos encontramos en un funeral. Sin embargo, si tuviésemos los mismos elementos pero nos situásemos en Japón, no podríamos deducir que estamos en un funeral. Puesto que el color asociado con el luto en Japón es el blanco y no el negro, el significado de la situación es otro completamente. Podría tratarse de un secuestro del elenco de una obra de teatro, o cualquier otra suposición, cualquiera excepto un funeral.
De esta manera, podemos decir que el diseño es un reflejo de la realidad compartida, a diferencia del arte, que es un reflejo de la realidad individual.
En la lectura también se aborda el tema de la globalización y de cómo el diseño se distorsiona para funcionar adecuadamente en la red de códigos que cada lugar reconoce. Este me parece un tema sumamente interesante. La forma en que las corporaciones logran infiltrar la necesidad de consumo desmedido en el pensamiento, es el pilar por el que se constituye la realidad colectiva en casi todas las sociedades actuales. El capitalismo es mucho más que solo un sistema económico, es quien delibera absolutamente todos los códigos sociales; El motor del pensamiento se alimenta por el dinero y las posesiones. Las relaciones humanas, espirituales, las aspiraciones y las metas; Todo metódicamente calculado para cosechar desde el nacimiento, organismos que consuman y se multipliquen. Como lo dice Chuck Palahniuk a lo largo de su novela El Club de la Pelea, -Somos consumidores, compramos productos que se basan en un estilo de vida obsesivo. El crimen, los asesinatos, la pobreza, son asuntos que no nos interesan en realidad. Lo que nos interesa son las revistas de celebridades, televisiones con más de 500 canales, el nombre de algún tipo en el elástico de nuestros calzoncillos, el viagra; las cosas que posees terminan por poseerte a ti. Una generación entera bombeando gasolina, atendiendo mesas, esclavos con collares blancos; La publicidad enfoca nuestra atención para perseguir autos y ropa, nos hace tomar trabajos que odiamos, solo para poder comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos medianos de la Historia, sin propósito ni lugar. No tenemos nuestra “Gran Guerra”, tampoco nuestra “Gran Depresión”; Nuestra guerra es espiritual, nuestra depresión son nuestras propias vidas. Todos criados por la televisión, con las promesas de que algún día seremos millonarios, o dioses de Hollywood, o estrellas de rock; Pero no le seremos, lentamente nos damos cuenta de esto, y estamos muy enojados.-
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