Utilidad y Significado :: Paulina Trejo

Utilidad y Significado

El diseño influye en una infinidad de situaciones; no es raro mencionar la tan conocida frase: “todo lo que te rodea fue diseñado”, incluso si hablamos de asuntos teocéntricos, nosotros mismos fuimos diseñados por Dios. Aunque cada objeto diseñado influye de distintas maneras, depende del contexto en el que se encuentre; si hablamos de una botella de PET, para una persona puede ser meramente un contenedor que se usa una sola vez, para otra un contenedor que se reusará durante una semana, pero a un niño de bajos recursos puedo incluso convertirse en el mejor balón.

“…la forma siempre sigue a la función. Esa es la ley”, frase dicha por Louis Sullivan, me resonó en la cabeza a lo largo de varios párrafos de la lectura, y me hizo recordar que en los primeros discursos no se prestaba tanta atención a lo estético o crear un algo atractivo; no fue sino hasta después de la revolución industrial, con el Arts & Crafts y el Art Nouveau que se fue tomando especial importancia a la forma. Alrededor de un siglo después, encuentro otro punto crucial del diseño; la importancia de los detalles, es decir, “Menos es más” y “Dios está en los detalles”, manifestado por Mies Van Der Rohe.

De la mano del tema de la función, me encontré con la palabra “utilidad”, que podemos llegar a pensar que ambas tienen el mismo significado, tal como lo menciona el texto. Sin embargo, la función es ideada con antelación por el creador, él decide que necesidad es la que va a cubrir, a cualquier usuario en todos los escenarios posibles. La utilidad, por otro lado, depende del usuario y su adecuación al uso. Por ejemplo, existen un sin fin de opciones cuando vamos a la tienda a comprar una libreta, las hay de mil formas y tamaños. Todas funcionan para que hagamos nuestras anotaciones, pero la razón por la que nuestro personaje va a elegir la empastada que mide 10 X 8 cm y no la de espiral tamaño carta, es por la utilidad que le va a dar; y esto nos lleva a que le resulta más eficaz la pequeña para anotar sus pendientes, guardarla en su bolsa y llevarla a todas partes, lo que hace la experiencia con su libreta le resulte satisfactoria.

Si nos ponemos un poco más sentimentalistas, el diseño no tiene que cubrir únicamente la función y la utilidad. El ente u objeto diseñado también tiene que tener un significado, significado que a mi parecer carece de objetividad a pesar de existir significaciones absolutas dentro de un mismo entorno dictadas por alguien de influencia (política, cultural o social) para las masas. Voy a tomar el ejemplo del “Vocho” o V8, que inicialmente fue creado para el sindicato Nazi, teniendo un significado referente a la milicia; posteriormente el cine norteamericano condecoró como héroe, y es muy probable que ese sea el significado que tiene para gran parte de la población mundial; pero si contextualizamos al Vocho en México, hasta antes del 2003 había más de 1,650,000 “viejos guerreros indomables… levantando pasaje y dejando escuchar el inconfundible ruido de las punterías de sus cansados motores 1600” (cita de un artículo a diez años de que cesara la fabricación del mismo), México le tiene un gran cariño y lo adoptó pródigo; llegando a la subjetividad del significado antes mencionada, para mí el Vocho significa familia, paseos de domingo, calidez. Fue un Vocho rojo el coche que tenía mi papá cuando yo tenía 3 años.

Socialmente las Bellas Artes tienen mayor valor cultural que el Diseño Industrial, lo que atribuyo a la antigüedad, el Diseño Industrial es mucho más joven, pero siempre me ha causado cierto conflicto el hecho de que la Arquitectura si está clasificada dentro de las siete disciplinas artísticas, a mi parecer las dos son mezcla y evolución de la pintura y de la escultura con la adición de la funcionalidad. A pesar de que peleo que el diseño sea considerado una manifestación artística meramente porque en él podemos ver expresadas las ideas, sentimientos y pensamientos del diseñador, también defiendo que es una ciencia precisamente por la complejidad de las ideas y manifiestos que se encuentran de por medio.


El diseño, al igual que el arte tiene cierta imposición universal. En el pasado si te atrevías a hacer algo completamente diferente a lo que los otros estaban haciendo, quería decir estabas loco y quedabas fuera del mercado. Ahora esos locos, son los creadores de las tendencias. Pero dentro esta universalidad de las ideas, nos encontramos con las costumbre, tradiciones y creencias que dan distintos valores culturales a cada región; adaptarse a los valores culturales existentes requeriría de una tropicalización en cada lugar, lo que resultaría muy complejo pero introducir cambios a estos patrones sería aún más complicado. Todo este debate nos lleva a generar productos más simples y utilitarios, para así minimizar la posibilidad de conflictos culturales; lo que una vez más me lleva a pensar en el “menos es más” de Mies Van Der Rohe. Con lo que puedo concluir con una sonrisa en la boca que el buen diseño siempre será buen diseño y a pesar de los distintos caminos y vertientes que vayamos tomando de cierta manera siempre habrá un sendero que nos lleve a ellos.

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